D'Andra: La disculpa de LeeAnne fue una tontería

D'Andra Simmons no se reprime sobre esa confrontación en la sala de ira y por qué realmente piensa en LeeAnne contándole a Cary sobre su cuenta bancaria.

¡Hola a todos!

¡Esta fue una semana emotiva para muchos de nosotros! Brandy Redmond lidiar con su trabajadora social y el escrutinio que conlleva la adopción; Cameron Westcott seguir adelante con su empresa y encontrar el equilibrio entre trabajo y maternidad; y Stephanie Holman y Travis anunció su fondo de becas, ¡lo cual es increíble! ¡Solo quería comenzar felicitándolos por haber ideado una causa tan compasiva y seguir adelante! Lo que los Hollman han logrado son los mismos sueños que yo tengo para mi empresa. Me encantaría poder educar a los hijos de mis empleados y contribuir poderosamente a las generaciones futuras. Estoy muy feliz de que hayan podido hacer esto con su negocio y su éxito. 

Bien, ¡ahora volvamos al drama! Si bien la mayoría del grupo parecía avanzar, yo me sentía estancado en el pasado. La encrucijada de la que seguía hablando era la de apegarme a la forma de hacer las cosas de mi madre y seguir sintiéndome como una niña, constantemente en tiempo de espera; o bien, tomar el camino menos transitado para empezar de nuevo. Dejar el paraguas de Ultimate Living y su protección en forma de seguros, líneas de crédito y un historial de buenas prácticas comerciales y facturas pagadas a tiempo, me pesaba. No tenía ninguna duda de que podía hacer todo esto por mi cuenta, pero mi madre insistía en que tendría que dejar Ultimate Living sin nada. Todos los beneficios que Hard Night Good Morning había obtenido se quedarían con ella y yo empezaría de nuevo desde cero; eso significaba reunir suficiente capital para pagar a mis empleados, cumplir con las órdenes de compra y alquilar un espacio de oficina, sin mencionar un automóvil para mí y un salario mínimo personal para sobrevivir. Si me hubiera preparado para esta salida, no habría tenido ningún problema en absoluto, pero no lo vi venir… y cuando lo hice, no lo vi venir así… zona cero.

Las redes de seguridad que conlleva estar apegado a mi madre y su empresa son una gran ventaja. Fue una píldora difícil de tragar, pero un riesgo que estaba dispuesto a correr después de 14 años de frustración. Por supuesto, tenía miedo de que este cambio de estilo de vida me excluyera no sólo de la sociedad de Dallas, sino también de mi propio grupo de amigos. He visto que esto suceda una y otra vez en Dallas. En un estado de barones del petróleo, Texas tiene su cuota de millonarios de fiesta o hambruna y he visto a muchos de mis amigos enfrentar el escrutinio y el aislamiento cuando se quedan sin fondos para continuar con su opulento estilo de vida. Incluso si la gente me aceptara tal como soy sin dinero ni el apoyo de mi familia, todavía no podría mantener el estilo de vida al que todos nos hemos acostumbrado, y la gente te nota y te castiga por eso en esta ciudad. He tenido algunos amigos en las buenas épocas y simplemente no estaba preparado para lidiar con perder el apoyo del negocio familiar y perder el apoyo de las personas que pensaba que eran mis amigos.

Pensé que podría desahogarme con mi “mejor amigo” acerca de estas preocupaciones y temores, pero en lugar de un abrazo, ¡recibí un sermón sobre ser perezoso! Todos los que me han conocido en mi vida saben que soy todo menos un vago. Constantemente hago malabarismos con mi negocio, mi trabajo benéfico y mis conferencias para ayudar a los demás. Viajo internacionalmente para la organización benéfica Mercury One como su embajador, y el año pasado, durmiendo aproximadamente 4 horas por noche en 10 días, viajé por Irak y el Líbano, yendo a campos de refugiados y visitando a familias y dignatarios para contar las historias de aquellos que fueron capturados y desplazados por la guerra de ISIS. Durante este tiempo, también dirigí un negocio durante el viaje, escribí mis blogs y me mantuve al día con las redes sociales. ¿¿PEREZOSO?? Ese es el último término que alguien usaría para describirme. LeeAnne fue hipócrita por decir lo menos, ¡sin mencionar que en la siguiente escena ella está pregonando que no le importa cuánto costará su boda! Puede que haya nacido con una cuchara de plata en la boca, pero déjame aclarar una cosa: ya he abandonado ese “estilo de vida de princesa” antes y puedes apostar que lo haré de nuevo.

Cuando tenía 20 años, me despedí de mi fondo fiduciario durante más de una década para arreglármelas por mi cuenta. Viví en Nueva York y Los Ángeles tratando de triunfar como actriz, algo que mi familia no aprobaba ni apoyaba. Entonces tuve que descubrir cómo sobrevivir sin ellos. Para poder pagar la habitación que alquilaba, limpiaba las casas de la gente, servía mesas, trabajaba como camarera y aceptaba trabajos temporales y trabajos ocasionales. Lo haría todo de nuevo en un abrir y cerrar de ojos si fuera entre eso y depender de alguien más. ¡EL DINERO NO ME DEFINE Y NUNCA DEBE DEFINIR A NADIE! Al final del día, soy dueño de mi casa, de mi auto y seré dueño de esta empresa y NADIE puede quitarme esas cosas.